Antes de comenzar a hablar sobre las distintas opciones sobre cómo decorar tu buharilla, os voy a compartir una anécdota personal. Yo, durante mucho tiempo creí, en mi imaginario, que una buhardilla consistía en una ventana enmarcada en un techo inclinado. Un lugar dónde poder relajarte encima o debajo de la cama, y poder ver las estrellas y la luna antes de caer en las redes de Morfeo. ¿Y cuál ha sido mi sorpresa?. Al buscar en el diccionario la definición exacta de buhardilla, según la RAE, he encontrado lo siguiente: ventana que sobresale verticalmente en el tejado de una casa que sirve para dar luz o para salir al tejado.
Otras acepciones de buhardilla son más globales, en cuanto al sentido del espacio, y no se centran sólo en la ventana. Pero todas las definiciones que he leído al respecto, tienen un elemento en común aparte de la famosa ventana que sobresale verticalmente. Este elemento característico de todas las buhardillas es el techo inclinado.
Qué tire la primera piedra quién de los que estáis ahora leyendo este artículo, no ha querido una buhardilla desde su más tierna infancia. Los americanos tienen sus casas en el árbol. Los europeos tenemos nuestras buhardillas con su techo inclinado singular.
La buhardilla… ¿El trastero de la casa?
No amigos y amigas, tenemos que quitarnos esta idea de la cabeza. Las buhardillas ya han dejado de ser concebidas como un trastero donde almacenar nuestros trastos viejos. Es cierto también que una buhardilla se parece poco a la relación que os hacía hace un instante con una casa del árbol americana. Sin embargo, sí es cierto que, tal como veremos en este artículo, una buhardilla puede ser un espacio ideal para los más pequeños de la casa.
En mi opinión, las buhardillas han perdido su halo romántico, su mística de lugar abandonado en una casa, el altillo donde se guardan los secretos. Mis abuelos llamaban la cámara a su buhardilla del pueblo, un lugar concebido prácticamente para generar polvo y almacenar trastos que serían revisados una vez cada decada. Pues bien, ha llegado el momento de darle un giro a esa percepción, vamos a tratar de convertir nuestra buhardilla en un lugar de paz y armonía. Trataremos temas complejos como es el hecho de amueblar un espacio con tanta inclinación, como es el caso, y veremos cómo podemos sacarle el máximo partido.
¿Cuándo se considera habitable una buhardilla?
Antes de que te pongas manos a la obra a planificar la reforma de tu buhardilla, es importante que cumplas unos requisitos mínimos, pues de lo contrario es probable que estés haciendo una inversión que no te retornará ningún beneficio a nivel de confort.
Una buhardilla es apta para vivir en ella, cuando su altura en la parte más baja es de 150cm hacía arriba, y tiene, al menos en el 30% de la superficie del total de los metros cuadrados de la misma. Un espacio mínimo de 250cm para poder transitar cómodamente en ella. En resumen, una buhardilla es habitable, grosso modo, cuando sus medidas son, al menos, de 1,5m x 2,5m.
Imprescindibles para la decoración de tu buhardilla
Ahora sí, entramos con mayor profundidad en las diferentes opciones sobre cómo decorar tu buhardilla. Evidentemente cada persona tiene su estilo y sus necesidades, por lo que yo tan solo trato de transmitirte, con total confianza, aquello que considero puede serte más útil y cómodo. En cualquier caso, si estás pensando en reformar tu buhardilla, recuerda que en CuencaReforma estaremos encantados de asesorarte del mejor modo para que tu buhardilla se adapte a tus necesidades. Sin más dilación, ahí van algunos consejos:
- Mobiliario acertado y en su justa medida. No abuses de mucho mueble moderno, puede generar lo contrario a lo que buscas. Independientemente del estilo que quieras darle a tu buhardilla, te recomiendo que los muebles sean movibles, que no se encasillen fácilmente con un tipo de estilo, y que a su vez transmitan serenidad. Es mejor pocos muebles y bien distribuidos, que te permitan generar sensación de amplitud, que muchos, por muy modernos y bonitos que nos resulten.
- Madera ante todo. Los más característicos para este tipo de espacios abuhardillados, áticos, love, etc…son los muebles de tipo escandinavo, nórdico. Buscamos acabados en madera o todo el mueble realizado en este material, roble o formica lucen divinos en estas buhardillas. Sin embargo, os aconsejo que seáis muy moderados y austeros en la cantidad de éstos muebles de madera porque, desde mi humilde opinión, no os conviene en absoluto tener una buhardilla demasiado recargada.
- Un espacio del que disfrutar. Sé que soy insistente al respecto, pero si sobrecargamos la buhardilla (algo que suele ocurrir con demasiada frecuencia), volveremos a convertirla poco a poco en un trastero. Por ello, es importantísimo realizar una correcta distribución del espacio de tu buhardilla. Es recomendable el uso de elementos separadores, tales como biombos, en lugar de tabiques nuevos. Y, sobre todo, no amontonar demasiados objetos en ninguna de las paredes que conformen la buhardilla, a nivel decorativo.
- Una correcta iluminación. Aprovechar al máximo hasta el último resquicio de luz natural que nos pueda ofrecer el entorno donde esté ubicada la buhardilla es vital para poder desarrollar una actividad diaria en la estancia. Podéis modificar las ventanas y poner tragaluces, todo aquello que os proporcione luz natural es genial. Pero sí, por el contrario, no queréis hacer obras en vuestra buhardilla, podéis optar por lámparas en el techo de bajo consumo o leds que den mucha luminosidad pura, blanca, a vuestra buhardilla. No es la opción más sostenible ni la más económica, pero la luz en un espacio reducido se me antoja más que imprescindible.
- Sacar rendimiento a tu cubierta. Sin duda lo más recomendable para estos espacios, es enclaustrar las zonas más bajas de nuestra buhardilla con muebles hechos a medida. Estos muebles puede preparartelos sin problema un carpíntero, pero en caso de que lo prefieras, también podrás buscar algunos por tí mismo que puedan ajustarse a la inclinación de tu tejado.
Buhardillas para los más pequeños de la casa
No todas las personas buscamos lo mismo, y no tienen porque ser niños únicamente los que difieran. La buhardilla es un espacio de nuestra vivienda que desconecta del resto, por lo que podemos aprovechar para hacerlo lo más personal posible.
Cuando me he puesto a escribir sobre cómo decorar una buhardilla y sacarle el máximo rendimiento al espacio con el contamos, le he preguntado a mi hijo cómo decoraría él la buhardilla de la tía, y su respuesta me ha llevado a escribir ipso facto este artículo. Mi idea de relax buhardillesco, ese ser tumbado encima de la cama, mirando las estrellas a través de la ventana del techo inclinado mientras intentaba soñar, se ha ido completamente al garete. Mi hijo me ha descolocado por completo el ideal de buhardilla respecto a su decoración y utilidad funcional como vivienda; aún estoy asimilando la cantidad de cosas y más cosas que ha metido en 20 metros cuadrados dentro de su maravillosa imaginación. Por supuesto, nuestros pequeños son miembros activos de nuestra familiar y, por ende, tienen derecho a ser escuchados. Intentemos plantear sus demandas.
¿Por dónde empezar?
¿A quién le apetece una partidita de futbolín o un pinball? ¿O mejor aún, un billar, sí nuestros peques ya no lo son tanto? Tengo 20 metros cuadrados de espacio diáfano en lo alto de mi casa y necesito que los niñ@s se despeguen de la Tablet y la Play, pero me ponen siempre de excusa, el que no podemos salir…y más ahora (este artículo se escribe en pleno confinamiento por coronavirus), se han tomado las normas al pie de la letra.
¿Quieres tener a tus hijos contentos? Es simple, juegos e imaginación. Haz de tu trastero, en la medida de tus posibilidades, una sala de juegos. Puedes contar con dianas y futbolines, por ejemplo, cuyo precio está por debajo de 100€.
Con una mesa tipo Lack de Ikea podéis darle el toque final a la buhardilla. Y con tener un armario compacto donde guardar juegos de mesa, para esas tardes lluviosas de otoño o primavera, podemos tener una buhardilla soñada para disfrutar con nuestros hijos.
La buhardilla que os he expuesto anteriormente es la perfecta para las características y aficiones de mi familia. Cuando tenemos niños en nuestra vida, debe preponderar el sentido práctico de todas las cosas y elementos que integren nuestra buhardilla. Por ejemplo, a modo de ayuda para todos los papás con niños en primaria. Una mesa reclinable, pegada a la pared del lado opuesto a donde se encuentra la ventana, suele ser, desde mi experiencia, un gran lugar para llevar a cabo la ardua tarea de los deberes escolares.
¿Nos dejamos algo?
Por supuesto, cada buhardilla es un mundo y debe adaptarse a las necesidades de cada uno. Es posible que tu buhardilla, antes de ser habitable, necesite arreglar primero el suelo u otro tipo de reformas. Para ello, en CuencaReforma estaremos encantados de ayudarte y asesorarte, siempre que así lo desees.
Sin más, esto ha sido todo. Espero que este artículo te haya gustado y haya despertado en tí ideas sobre cómo reformar tu buhardilla, atendiendo a tus gustos. Un saludo!